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La lectura es un mar sin orillas. Seguro que alguien ya dijo esto y yo lo corroboro. Hoy vamos a tratar de la lectura de ayer, pero no muy de ayer. Hablo de un ayer cercano para que no corramos el peligro de perder de vista la vida que nos ha tocado vivir. Con esto estoy no estoy censurando la lectura de novelas de piratas.

Artículo publicado en  El libro  de la semana dedicado a dos auténticos narradores de la vida. Dos autores que han dejado sobre el papel auténticas historias que todos podíamos haber vivido en primera persona. Se trata de Joseph Roth y Léon Bloy. Dos autores que vivieron los mismos tiempos, la misma Europa sangrante, las mismas sensaciones... Uno judío y el otro católico; uno con problemas de alcoholismo y el otro con una mente revolucionaria; uno representante del dolor humano y el otro del concepto cristiano de la existencia. La obra de ambos, al fin, encierra un estilo de vida que define su época y sus vicisitudes.

tarabasTarabas (Acantilado) es una de las obras más apasionantes de Joseph Roth, y puedo asegurar que no es la única, y para gustos los colores, otros tampoco dirán que es la mejor aunque en la obra de Roth se replican determinados tic de autor. La historia que cuenta es una maravilla narrativa que engancha desde el principio y el lector se mete en la carne de Nikolaus Tarabas, protagonista de la historia, donde el autor vuelca su identidad más fenotípica y cuya vivencia es el reflejo de los deseos y las fobias no confensables de Joseph Roth. La guerra, Rusia, Austria, las mujeres, la familia, el alcohol... Todo es recogido en plena madurez de su vida, como una especie de legado, una especie de "Todo el mundo lo conocía pero que él nunca se atrevió a contar". La vida de Joseph no fue fácil. Desde su nacimiento fue tortuoso que lo hizo sin la presencia del padre, que desapareció de su casa antes de que él naciera. Educado por su madre y rotando de familiar en familiar, hasta que pronto comenzó a escribir como una vía de escape a su frustración constante. Patriota y luchador, educado con parámetros judíos. Sufrió una de las primeras persecuciones cuando conoció el primer éxodo de judíos hacia occidente. Desorientado en su vida por todo lo que le daba la estabilidad necesaria para encontrar la felicidad. Aunque él era un judío, nunca fue creyente ni practicante. Se casó con Friederiche Reichler, también judía, con la que se estableció en Berlín y una vez más la vida le trunca al descubrir que su mujer es esquizofrénica y el desconsuelo le termina llevando hacia algo que no le falle: el alcohol, que se convertira en el gran aliado de su creación literaria y la autocompasión con su vida hasta que este acaba con ella, debido a  su vicio a la bebida. 

leon-bloy-cuentos-de-guerraEn el caso de Léon Bloy encontramos el contrapunto y su pequeña recopilación de Cuentos del guerra (El Cobre) nos muestra una revisión de las atrocidades que la guerra puede procurar a la mente humana y la visión de la vida, siempre desde un prisma católico e irreverente con los burgueses y muy crítico con la actitud católica de la época (frívola y paniaguada). Léon nace en una humilde familia, trabajador de múltiples tareas manuales, es hasta su juventud un revolucionario anticlerical. Una vez convertido al catolicismo, convierte la fe en su arma de lucha y la espuela con la que azuzar a la sociedad gracias a sus relatos y artículos periodísticos en la pequeña gaceta de su propiedad. Cuentos de Guerra es la recopilación de relatos de la guerra francoprusiana. Pero si usted llega a ser lector de este breve volumen, no debe quedarse en las escenas de guerra (no todas son de guerra) si no profundizar en lo que ocurre en el subsuelo de la historia, la visión de la conveniencia de la religión o las reacciones humanas de los personajes, algunas veces henchidas de sobrenaturalismo, quizá más en el deseo del autor que en la realidad de lo que sucede.

En todo caso recomiendo vivamente la lectura de ambos y si el lector sabe distanciarse del estilo, ahora algo en desuso, sí le aseguro que encontrará una delicia en la forma de narrar, agilidad en lo escueto de los diálogos y reflexión suave y amable en la manera de trasladar en sus páginas la problemática del alma humana, sus pasiones, desvelos y goces. Entonces sabrá por qué recomiendo hoy a estos dos autores imprescindibles. Sobre todo para un lector que se llame avezado y se considere culto, o desee llegar a serlo.

¡Qué lo disfruten!

Un gran número de personas se dejan llevar por los signos de los tiempos -de nuestros tiempos- y ven que el desorden global que nos afecta está más cerca del mal que del bien, es decir, que se definen como apocalípticos aunque no esté de moda reconocerlo en público, porque si lo haces serás un pesimista social y por lo tanto marginado.

selección apocalipsisDesde hace años, son muchos los que se han apuntado al fenómeno de "el fin de los tiempos". Pero no solo han sido los Testigos de Jehová, que por cierto, cuando anunciaron el anterior "fin de los tiempos" y vieron que nada cambiaba, que todo seguía igual, muchos se dieron de baja de la secta por la frustración que les produjo no haber vivido en primer plano semejante experiencia. También fueron muchos otros cristianos, católicos e incluso no creyentes, los que se están dejando llevar por los signos de nuestros tiempos. Y la industria del libro -y el cine, sí, pero la del libro mucho antes-, se ha encargado de aportar al mundo bastante material para inflamar la imaginación de algunos.

Aunque hay mucho publicado, en justicia hay que hacer salvedades. Si bien es cierto que en literatura hay de todo, como en botica, hay algunos títulos que por su calidad literaria o por cómo tratan intelectualmente el tema merecen ser consagrados, y leídos, incluso por ese perfil de lector que no se considera apocalíptico, pero que sí les gusta este tipo de ficción que tensiona el futuro. Y luego que cada uno saque conclusiones.

Yo he sacado conclusiones. Y he decidido aportar algunos títulos como referencias que considero muy valiosas y que merecen la pena leer. Pero vaya por delante que no soy apocalíptico, que más bien defiendo a capa y espada que lo que nos toca vivir no es más que el fin de una era y que como en todos los cambios de ciclo de la historia de la humanidad, esta también es turbulenta.

Comenzaré por el clásico Señor del mundo,  de Robert H. Benson (Ediciones Encuentro) que desempolvaron muchos cuando el Papa Francisco recomendó su lectura como cierto índice de muestras de lo que el autor escribió en 1907, tratado en nuestros días por críticos y estudiosos como algo profético porque según muchos narra con claridad la diferenciación de dos mundos cada vez más distanciados en el que la Iglesia parece ser la que es acorralada por una serie de aspectos muy actuales y dejando al mismísimo Papa Francisco en un papel muy similar al supuesto Pontífice que aparece en la novela.

Algo mas actual, pero no tanto, es 1984 de George Orwell (Debolsllo)  donde más que un fin del mundo muestra la consecuencia de un mundo dominado por un solo amo que desprecia a la humanidad y a la que solo es tratada como maquinaria de producción, controlada, dirigida y vigilada hasta en su intimidad. Una novela con un contra punto: un submundo rebelde que escapa de tal situación mostrándose como "seres libres" pero que viven marginados en la tierra oscurecida y, por supuesto, con el desprecio de una sociedad señoreada de todo pero cautivos del poder.

Más recientemente nos llegó El padre Elías, de Michael O´Brien (Editorial Libros Libres) que también trae a colación el enfrentamiento de un pobre y anciano fraile contra el supuesto Anticristo al que todos llaman Presidente y del que todo el mundo depende, sus discursos por la paz y la fraternidad humana embelesaba a todos los auditorios por donde pisaba. El padre Elías, llamado por el Papa para que sea quien negocie con el Presidente, se verá envuelto en circunstancias tremendamente interesantes y llevadas por el autor magistralmente, creando el ambiente propicio en cada ocasión. Y ahora recientemente acaban de publicar la segunda parte de esta novela El padre Elías en Jerusalem, (Editorial Libros Libres) a la que todavía no he podido leer, pero si gustó la primera, seguramente también enganchará la segunda.

Por último, la editorial Sekotia no ha podido resistirse y se han apuntado al carro apocalíptico con una interesante ficción Cyclus Apocalipticus, escrita hace años por el padre José Antonio Fortea, el mismo que ya escribiera con todo éxito Summa Daemoniaca reeditado este año por el mismo sello editorial. La ficción de Cyclus se basa muy al pie de la letra según lo que su autor, el padre Fortea, considera lo que el apocalipsis evangélico permite ver y el resto es el zumo de su imaginación.. la obra tiene bastantes aspectos que recuerdan la ya citada Señor del Mundo. Quizá, a diferencia de Benson, Fortea actualiza más datos aunque realmente la parte de accidental nos da lo mismo porque la historia está fechada en el año 2181 y para entonces ¡vaya usted a saber...! Si hay algo interesante es la manera que tiene de enfocar la gran apostasía universal, el enfrentamiento entre el bien y el mal o cómo muestra al Anticristo, que como todos los anteriores autores también cargan al personaje de un gran carisma popular y solo algunos pocos conocen su verdadero ser: el mal encarnado.

Pues sí, me he lo he pasado muy bien leyendo esta novela "extraña y humilde historia policiaco-detectivesca" como subtitula esta obra detectivesca de José Antonio Fortea, sí, sí, el famoso cura de los exorcismos, que también escribe novela y, por cierto, muy bien.

El curioso caso del gato PORTADALa truculenta trama comienza en el obispado de Alcalá, lugar donde se desarrolla la acción. Todo comienza cuando el gato del obispo aparece en una sala descuartizado con una misteriosa nota con tintes de amenaza y entonces. Los asistentes de la oficina del obispo, hombres y mujeres, parece ser que ninguno de ellos saben cómo ha sido el macabro suceso. El detective, -un personaje de película, al principo se niega a investigar el "asesinato" de un gato, hasta que un hecho aparentemente fortuito le hace cambiar de idea y se involucra hasta que... ¡mejor no lo digo!

Todas las pistas que aparecen despistan y todos los personajes parecen culpables tras las aparentes inocentes coartadas. Una y otra vez se vuelve al principio y se encuentra otro final. Un laberinto de hechos que no llevan a ninguna parte.. ¿a ninguna?

"La tranquilidad de la vida en la casa episcopal se va a ver rota por la aparición del gato del obispo cruelmente asesinado". Así comienza la novela y pone de inmediato al lector ante un escenario muy poco común, aunque realmente tantas veces parecido. El nudo de la historia es para lectores apasionados con los desenlaces misteriosos. Una recomendación mucho más que divertida, una recomendación que está a disposición de los detectives caseros, que en todas las familias los hay.

Llegan tiempos de agradar, y regalar, y desde luego El curioso caso de la muerte del gato del obispo, publicado en la novedosa editorial Un libro en el bolsillo es una novedad que sorprenderá a muchos y que por el precio de venta al público usted también quedará sorprendido 😉 ¡Por fin libros buenos a precios muy buenos!

Lea y disfrute. Ese tiempo nunca lo perderá

En España tenemos una "Ley Integral de Violencia de Género". Pero no es una ley para defender a un hombre o a una mujer que puedan sufrir esta violencia tipificada como “machista” -lo que ya dice mucho del sentido de la Ley-.

12036500_162921964049839_3329841975916870273_nAsí como tenemos multitud de leyes, no sexistas, en defensa de la sociedad y las personas, con indiferencia de que el sexo del perjudicado influya en la aplicación, en esta Ley Integral de Violencia de Género (LIVG) no ocurre lo mismo. Se trata de una Ley sectaria que solo defiende a una parte de la sociedad: la mujer. Y que solo admite un causante del mal: el hombre. Es la única Ley en España –como también sucede en otros países sometidos a la ideología de género- que no contempla la presunción de inocencia, base del sistema judicial mayoritariamente occidental, sino que por el contrario basta con la acusación telefónica (no es necesario ni tan si quiera que sea presencial), sin pruebas que demuestre tal acusación de una mujer para que una pareja de policía se presente en el hogar, detenga al marido, sea esposado y lo lleven a la comisaría sin poder hacer ninguna declaración por su parte y pase las primeras 48 horas en la cárcel hasta orden del juez.

Una Ley de estas características que ha promovido muchas denuncias falsas de mujeres hacia hombres por venganza o despecho, como le sucedió al exministro Jose Fernando López Aguilar, promotor a su vez de esta misma Ley. Una Ley injusta genera actitudes injustas, por lo que se ha convertido en una amenaza constante sobre la actitud y el comportamiento del varón en el que haga lo que haga siempre saldrá perdiendo. Es una Ley injusta porque sirve solo para violentar y manipular en contra del hombre, como realmente está sucediendo en la sociedad.

Sí, parece ciencia ficción, pero esto sucede desde que esta Ley fuese legislada por el Gobierno de Zapatero, aupada por unanimiad en el Congreso, y que ha sido reforzada en esta legislatura -a punto de terminar-, por el Gobierno de Rajoy. Una Ley que cierra filas al dictado de la Ideología de Género (ver este VÍDEO y se lo explica todo en 2 minutos), logrando destruir a la familia anulando al hombre, aislando a la mujer y quebrando la unidad familiar, y todo esto, como no puede ser de otra forma, coreado por los movimientos feministas radicales cuyas subvenciones son el ungüento mágico que engrasa la maquinaria perfecta de la destrucción de la antropología natura del ser humano.

PORTADA soy un perjudicadoUn hombre, Alsa Librum (seudónimo del autor, gravemente perjudicado) es la primera persona que se atreve a escribir un libro sobre el tema: CONOZCA REALMENTE QUÉ ES LA LEY DE VIOLENCIA DE GÉNERO (Editorial Sekotia)

Dese hace ya unos años se viene celebrando una manifestación en Madrid cn un solo objetivo: la Derogación de las leyes sexistas basadas en la ideología de género para que sea revisada y derogada.  Para que se convierta en una Ley que de verdad sirva ciertamente a su objetivo que no es más que impartir justicia cuando falta la armonía y la paz que debiera existir en cualquier hogar, porque la violencia no tiene género, ni sexo. Manifestación a la que por cierto acuden muchas mujeres, porque a ellas también les afecta y en muchas casos como perjudicadas por esta Ley.

En este libro encontrará respuesta a preguntas como las siguientes: ¿Está ayudando verdaderamente a la familia la Ley de Violencia de Genero? ¿Se está utilizando en detrimento de romper la familia tradicional de siempre? ¿En muchas más ocasiones es utilizada discrecionalmente por la mujer en detrimento del hombre? ¿Prima más la manipulación política e ideológica de la ley de violencia de género, que el beneficio social que en sus comienzos creíamos trataba de ofrecer para las familias que verdaderamente lo necesitaban? ¿Se ha montado todo un contubernio económico-político-social alrededor de esta ley? ¿Por qué muchos jueces terminan rechazando pertenecer a los tribunales de V. de G., al efecto? ¿Por qué el exceso de publicidad en los medios, siempre contra el hombre, cuando los casos de mujer pasan desapercibidos? ¿Por qué se oculta el número de suicidios de hombres que ante la impotencia e injusticia sufrida se han quitado la vida, cuando es notorio que a los verdaderamente culpables ni se les ocurre?

Y cientos de preguntas más...

La actualidad se impone y es bueno no dejarse llevar por eslóganes promocionados o tendencias informativas que solo soplan en una dirección (posiblemente interesadas).

Los acontecimientos de París nos han envuelto a todos con el atroz propio de un terrorismo de calidad, asesino e irracional, que ha hecho mella en el ánimo de muchos, sobre todo de los muchos desinformados del por qué y para qué de toda esta barbarie. No tener fundamentos de juicio puede yihadismoprovocar reacciones fundamentalistas, empujadas por el rechazo natural de actos como los que hemos vivido recientemente.

Es por esto que invito a tomar nota con este título: Yihadismo Wahabita publicado por el casi desconocido sello Esparta y escrito por un especialista en este campo Manuel Galiana, que cuenta con ocho títulos publicados, de los cuales tres relacionados con este mundo fanático y prácticamente desconocido en occidente, pretende vencer a nuestra voluntad de serlo que somos,  creyentes o no, pero en cualquier caso a nuestro modo, que para eso somos libres gracias a nuestra cultura judeo-cristiana que nos lo permite, incluso para quienes tiran piedras contra ella.

Decía que muchos son los que se pierden en nombres de difícil pronunciación, siglas incomprensibles y extraños conceptos sin conocerlos, pero que sin embargo provoca una opinión en contra sin saber muy bien qué o quiénes son los que nos atacan,  pone sobre la mesa y con claridad desprovista de prudencia en algunas ocasiones mucho de todo esto que nos confunde. A menudo, algunos tertulianos hablan por hablar, dejándose llevar solo por titulares que le caen del cielo y que forjan una opinión personal, que asumen con predilección según piensan ellos mismos, al no tener los conceptos claros y profundos de la raíz de los hechos. Eso en un extremo. Y en el otro extremo está el buenísimo izquierdista siempre dispuesto a justificar lo que sea todo con tal de no dar la razón a la evidencia de la muerte de inocentes, culpabilizando al "capitalismo salvaje" -del que viven- o a la religión impositiva, que por supuesto se refieren solo a la católica.

Saber de los acontecimientos lejanos que nos afectan porque vivimos en un mundo global parece que nos obliga a conocer más, estar al día de más cosas aunque sean en las antípodas de donde vivimos, casi más que de las cercanas. Esto es un de los signos de los tiempos y para tratar de paliar en algo este agujero os propongo un escaparate dónde elegir sobre este preocupante asunto que ahora nos toca vivir sí o sí.

-yihadismo-wahabita¿Pero por qué hay que leer en estos días Yihadismo Wahabita? Porque gracias a él hablarás con criterio propio. Porque descubrirás por qué Siria es el ojo del huracán de todo lo que sucede en occidente y oriente. Porque verás que los buenos no son tan buenos y los malos lo son por sus sinrazones -injustificables de cualquier modo-. Porque se trata de un libro que apenas tiene doscientas páginas y lo leerás en un fin de semana. Porque no te dejarás llevar por la primera "cosa" que diga un titular de prensa, una foto de Facebook o un Twitter encendido. Porque ser objetivo es imprescindible cuando se opina en público y solo se alcanza esa equidad del discurso en la medida que conoces de lo que hablas.

El 14 de noviembre de 2014 Mariana Eguaras hizo una entrada mucho más que interesante Propuesta de estructura para tramas literarias que suscitó el interés de varios seguidores suyos, entre los cuales me encontraba yo.

Esa entrada la quiero traer a mi blog, no tanto por mi respuesta, sino por la réplica muy buena de Nestor Bélda poseedor de un blog que para los que queremos escribir se debe convertir en referencia de ampliación de conocimientos, siempre inagotables.

No traer los comentarios de otros participantes no es menosprecio. De hecho he dejado enlazado el hilo del post para que los que deseen leerlo entero puedan hacerlo con facilidad. Agradezco desde aquí a todos, a Mariana Eguaras su labor y a todos su participación sincera en que todos sepamos escribir y leer mejor.

Mi aportación a Propuesta de estructura para tramas literarias

Hola a todos, especialmente a Mariana y a Ana, la primera por la interesante entrada y la segunda por su aportación súper interesante.

Inspiracion inmadurezComo Ana, yo fui de “los segundos”, y también he terminado siendo de los que escriben sobre “plano”. Es cierto, son dos estilos de escribir, pero desde la experiencia de ambos (estilos), sin ánimo de ofender, el de dejarse llevar por la inspiración tiene cierta dosis de inmadurez literaria, es el inicio de casi todo escritor, pero porque todavía no se han estructurado mentalmente las técnicas de escribir y dejamos que salgan a borbotones las ideas… Esto nos lleva a que terminan quedando en dique seco muchas de las historias porque somos incapaces de cerrarlas, o porque nos hemos metido en un nudo sin desenlace… ¡Aunque haya excepciones! Cuando se tiene una buena idea en la cabeza, lo mejor es pasarla al papel. Escribir en breve la idea, sin que ocupe más de dos A-4, una especie de guión con lo fundamental.

Como Ana dice, la planificación de una novela no está exenta de disfrutar con la creación, porque -al meno en mi caso- cuando escribo el guión de la novela, apenas marca el eje de la historia (como he dicho antes), por ejemplo con los personajes principales, pero que surgirán otros como apoyo a la acción que irán surgiendo inevitablemente, porque la historia también te sorprenderá a ti como autor con nuevas acciones de tus personajes, o porque las circunstancias son diferentes (era de día pero al final es de noche… o hacía sol, pero prefieres que llueva para acentuar la situación melancólica de lo que cuentas…).

Hay un asunto que no habéis tocado: los bloqueos. Esos momentos de parón en que la historia hace, pum… Y eres incapaz de seguir porque no sabes cómo resolver o encajar un diálogo crucial sin parecer ñoño, pedante, agresivo, etc. Los bloqueos solo se desbloquean escribiendo, sin obsesiones, pero escribiendo. Me explico: si la novela la tienes planificada, o “guionada”,a lo mejor esa parte puede saltarse momentáneamente y seguir con otra parte posterior que no interfiere con lo anterior. Otra cosa diferente puede ser lo contrario, que sea la inspiración la que nos empuje a seguir… Y yo seguiría. Ya vendrán las correcciones posteriores y te darás a la poda… Y luego una solución clásica: llevar en el bolsillo una libreta, o al menos un bolígrafo, porque en cualquier momento se aparecerá ante ti la “luz” y verás con claridad meridiana la solución que vuelve a prender la mecha de la historia hasta el final. Mi experiencia es que muchas buenas ideas que he tenido, por no apuntarlas, cuando llego frente al teclado digo “¿Cómo era aquello…?” y no recordar nada, porque las musas pasan y si no las haces caso, pasan de verdad…

Y por último otra cosa más que no hemos comentado: el descanso en el cajón. Toda obra debe reposar un tiempo, y luego ser leída otra vez. Es un ejercicio de higiene literaria necesario, además te descubrirás como escritor en muchas ocasiones y en otras te sonrojarás de lo que escribiste… ¡Al menos a mí me pasa!

Desentrañar la historia que llevas dentro es muy bonito y apasionante… Pero corremos el peligro de algo terrible: la perdida de la objetividad. Además de escribir también soy editor, y puedo decir con rotundidad que muy pocos autores se dejan llevar por la visión objetiva del editor. Una visión que además de conocer mejor que el autor el mercado (al menos el público que sigue a su sello editorial que es a quien se va a dirigir) es capaz de leer su obra con conocimiento de causa, promediando con otras muchas obras diferentes a la suya (del autor), y sobre todo porque los consejos que pueda dar son a su favor, pues se va a jugar los cuartos y tendrá que recuperarlos. ¡Si los consejos no fuesen buenos, sería tirarse piedras contra su propio tejado!

Bueno, como Ana me disculpo yo también por la longitud, pero esto pasa por contar en los blog con escritores 😉

Un cordial saludo.

Respuesta de Nestor Belda

Hola, Mariana.

Como bien dices, este tema da para mucho.

Hay un aspecto muy importante a tener en cuenta. La estructura tradicional planteamiento-nudo-desenlace (P-N-D), como muy bien indica Ana Bolox, es argumental. Es decir, sigue el orden cronológico de la historia. Sin embargo, la trama puede alterar ese orden y tener una estructura narrativa no argumental o anacrónica, por ejemplo, N-P-D, que sería caso típico de comienzo “in media res”. Sea como sea, los tres “actos” (P, N y D) deben aparecer en la historia, incluso cuando la estrategia narravita sea, justamente, romper con el orden cronológico.

Esto es importante porque hay que distinguir las diferencias entre argumento y trama. La trama puede no ser cronológica, el argumento siempre lo es. Y una curiosidad: El autor parte del argumento para luego disponer esa sucesión de hechos en una trama. En cambio, en el lector el proceso es inverso.

autores y brujulaDel mismo modo, hay que distinguir línea de acción de trama. La línea de acción es la historia que se lee, y la trama es la disposición de los hechos y la integración de los elementos estructurales (espacio, tiempo, personajes…) que el autor realiza. La trama no se lee, se percibe.

Por otra parte, estoy parcialmente de acuerdo con Humberto respecto a que “dejarse llevar por la inspiración tiene cierta dosis de inmadurez literaria”. Es cierto que la falta de conocimientos técnicos de los escritores en ciernes los lleve a no planificar, pero hay autores que tienen una brújula maravillosa. Ahí tenemos a Stendhal. Llevo 40 años escribiendo cuentos, cuyas estructuras domino mentalmente. Ahora me estoy embarcando en una novela. La tengo clarísima en mi mente, sin embargo ya tengo mi “planning” documentado que me permite tener una “vista panorámica”.

Bueno, espero haber aportado algo interesante.

Un beso.

El pasado 29 de octubre tuvimos la ocasión de asistir -y presentar- un entretenido libro publicado en Un libro en el bolsillo: El test más divertido de la historia, escrito por Marcos López Herrador.

portada-el-test-mas-divertido-de-la-historiaEl acto se celebró en María Pandora, en Madrid, rodeados de amigos y gran ambiente. En el vídeo se recoge toda la intervención, y aunque no es de gran calidad (ni el audio ni el vídeo) se ve y se entiende suficientemente.

Como ya sabéis este nuevo sello hace honor a su nombre y ya ha publicado varios títulos todos en formato de bolsillo. Este fue un momento idóneo para explicar qué es un libro en este formato y cómo se comenzó hace años en este formato y por qué. Y es que las causas son tan lógicas que el "descubrimiento" de libros de ese estilo se convirtió en una verdadera revolución editorial en ese momento. Lo cuento en la introducción de la presentación.

La intervención del autor es divertida, en tono muy coloquial y descubre algunos de los secretos de las 100 preguntas que encierra el libro. El autor es un especialista en aforismos y recomendamos seguir en Twitter @mlopezherrador Tiene ya varios títulos publicados que van desde los poemas, a la novela corta y cómo no, de aforismos. En estos momentos dedica su tiempo a una ambiciosa novela histórica que posiblemente va la luz en la campaña de navidad del 2016.

Te dejo con el acto y ... ¡Disfruta del momento!

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Si deseas un ejemplar o conocer más sobre "Un año de Erasmus", ¡clica en la imagen!

El día 24 presentamos la novela Un año de Erasmus, de Esther Casares Os dejo mi escrito de presentación y breve reportaje de lo que fue la presentación oficial en Madrid. La presentación consistió en mi crítica literaria personal y preguntas directas a la autora.

 Novela corta (106 páginas) de estilo romántico El amor: las relaciones amorosas no siempre son sinónimo de felicidad, aunque eso es lo que persigan. De hecho, se trata de una obra que obedece al romanticismo nihilista contemporáneo en el que los novios no se juran eternidad y solo gritan jubilosos carpe diam...! Y todos sonríen, consolados, ante la frase de “Fue bonito mientras duró”. Por ejemplo, ¿cómo empieza la novela...?

 

Aquel rechazo fue infernal.

-No quiero verte más, no etoy enamorado de ti.

...y cómo termina:

Pierre, absorto, se quedó mirando hasta que se fue, como si se hubiese esfumado, al menos de su alma. Laura, ya disipada en la lejanía comenzó a llorar y su rostro se cubrió de lágrimas.

Se fue y nunca más volverá.

Otro momento de la historia en la que muestra la interrelación de los personajes –luego hablaré de ellos- se muestra de manera inequívoca en esta breve muestra que les presento aparecida en la página 63:

-¿Crees que estamos haciendo bien?

Laura respondió:

-Sí, perfectamente No habíamos hecho un inciso pero sí una pausa. Eso fue lo que dijimos.

(...) Allí la desnudó y ella le ayudó a hacer lo mismo, todo paulatinamente, sin prisa, se besaron desaforadamente en mil sitios; sus almas enardecían de deseo y de enamoramiento -que o de amor- los dos se tiraron en la cama...

En este ambiente tan bohemio presentamos la novela
En este ambiente tan bohemio presentamos la novela

En fin, creo que en líneas generales se ve que trata de una obra realista desde el punto de vista del planteamiento contemporáneo de los hechos y las circunstancias, basado en el deseo romántico pero que termina cediendo terreno al concepto actual de las relaciones, a menudo tampoco correspondidas con lo que de verdad es el amor, y sí con los sentimientos.

A quién está dirigido Entiendo que a un público joven que sin duda buscará, y encontrará, experiencias que les enriquezcan a ellos de forma personal, donde puedan comparar con personajes posiblemente parecidos en edad y experiencias; y también a los de cierta edad, entrando en la madurez, donde posiblemente se encuentren vinculados con personajes similares en su propia familia (hijos) y conocer más en profundidad, por curiosidad o necesidad, cómo se desenvuelven los jóvenes en este nuevo entorno socio-global que en “otros tiempos” no existía.

En un momento de la intervencnión junto a la autora Esther Casares
En un momento de la intervencnión junto a la autora Esther Casares

Antes, el amor surgía de forma siempre muy local: barrio, pueblo, universidad… Hoy puede ser en otro país, en otra ciudad o en una red social… (que personalmente desaconsejo). Al final es un lujo que la generación de hoy se pueden permitir, porque entre otras cosas la relación puede mantenerse de forma constante gracias a las redes sociales, acercándose el uno al otro de forma virtual por mensajes, fotos y vídeos en tiempo real... Aunque la distancia sea de miles de kilómetros.

¿Dónde ha quedado aquel romanticismo de cuando esperábamos al cartero con algo para nosotros? En cierto modo, ese suspense del amor esperado, deseado, configurado en la imaginación, buscado, encontrado, dudado y luego confirmado…, Todo era una batalla interior: guardar ausencias, las limitaciones económicas en muchos casos o los padres “terribles”, infranqueables (“Creo que tu padre me odia” decía él; “Tu madre me mira mal” decía ella),  sometidos a horarios “inhumanos” para llegar a casa… Toda esa lucha ayudaba a que el proyecto en común (el noviazgo) y que el amor no solo se sostuviera en la facilonada del sentimiento, si no que con él nos hacíamos fuerte y madurábamos todos… ¡Fuimos unos afortunados y así lo pienso!

La sala llena mientras expongo la crítica de la novela.
La sala llena mientras expongo la crítica de la novela.

Qué tiene de bueno desde el punto de vista literario Es rápida, se lee en un fin de semana. De hecho la estructura es un solo capítulo que la autora ni ha titulado ni enumerado… Tiene muchos diálogos (casi el 85% lo es) y prescinde casi en la totalidad de la narración de planos narrativos y ambientación.

Se trata de una historia directa, lo que a muchos lectores gusta, sobre todo a los que no son lectores habituales. Pero este aparente “pecado de simpleza” se ajusta también a aspectos muy contemporáneos de la comunicación. Hoy en día nos comunicamos en las redes sociales escribiendo en espacios limitados, por ejemplo de Twitter donde plasmamos pensamientos e ideas con el ahorro forzado de la expresión: 140 caracteres; diálogos interminables sin aportaciones narrativas como Wasap; mensajes con imágenes y vídeos en FaceBook sin la necesidad de escribir más; y el minimalismo de la fuerza de la imagen de Instagram. ¿Qué es al fin y al cabo Un año de Erasmus? Posiblemente la autora no lo pensó así, pero actuó involuntariamente de esta forma y la práctica diaria de este tipo de comunicación, anidada en el subconsciente, se ha impuesto a la hora de crear dando como resultado una historia que se ajusta a los parámetros más actuales: “Te quiero contar una historia y ninguno tenemos tiempo que perder”. Así la narración se desnuda de elementos innecesarios y Esther Casares va al grano, sin miramientos.

Esther Casares firmando ejemplares al final del acto.
Esther Casares firmando ejemplares al final del acto.

Los personajes Chicos/as jóvenes abriéndose camino en la vida, quizá con escaso desarrollo de la personalidad (no profesional). Que se enfrentan no tanto a nuevas relaciones si no a la toma de decisiones en solitario, sin el amparo en ocasiones de la familia, apoyándose en las amistades que no siempre son ni tan buenas ni tan amistosas. Laura y Pierre son una de tantas parejas que aparecen y desaparecen en la vida, propia o ajena, que tienen una historia que se forja en el sentimiento sin poner a disposición del contrario su persona, si no solo la presencia de su existencia. También en esto la autora ha creado un entramado muy actual.

Esther Casares y yo en la despedida final.
Esther Casares y yo en la despedida final.

Otro aspecto que me ha llamado la atención es la nula aparición de los padres. Solo aparece la hermana de Laura, Susana, que trata de salvarla a su modo, claro… Pero creo que no se trata de un desprecio, si no una vez más del acercamiento a la realidad de que muchos jóvenes de hoy, de alguna forma, ya sea por ellos mismos o por las circunstancias, están creciendo lejos de la familia. Con esto no quiero decir que sea bueno o malo, solo lo constato.

--> El 62,2% de la población se dice lectora

--> El 56% lee por ocio o tiempo libre

--> Las mujeres tienen una tasa de lectura de un 66,5%, frente al 57,6% observado en los hombres

--> Las tasas de lectores son mayores en personas con estudios universitarios

--> El 77,8% son solteros que viven en casa de sus padres   

estudio lectura

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha publicado la 'Encuesta de hábitos y prácticas culturales en España 2014-2015' el pasado mes de septiembre. Los resultados de la encuesta indican que la lectura es una de las actividades culturales más frecuentes, en términos anuales, con una tasa del 62,2%, junto a escuchar música e ir al cine. La población analizada lee al menos un libro al año, cifra que representa un incremento de 3,5 puntos porcentuales respecto a 2010- 2011. Las tasas de lectura anual ascienden muy significativamente al aumentar el nivel de estudios hasta alcanzar, entre aquellos con formación universitaria, el 91,7% en el último año y el 84,1% en el último trimestre. La encuesta investiga el formato de libro utilizado por los lectores anuales: el 59% de la población total analizada utiliza el soporte papel y el 17,7% soporte digital.

Leer documento completo sobre hábitos y prácticas de lectura Fuente de información MEC

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Cuando los mandamases del Gobierno dicen que ya no estamos en la crisis. Cuando los bancos vuelven a tener beneficios millonarios. Cuando los parados ya son menos pero claramente insuficientes... Es cuando otra vez a todos se nos prenden las velas de la esperanza y volvemos a querer sonreír.

En los últimos siete años -la famosa crisis- los editores, los grandes y los pequeños, hemos hundido nuestro empeño en un lodazal que nos ha dejado exhaustas las fuerzas, las cuentas corrientes en números rojos y la iniciativa que nos caracteriza, a veces osada y otras intrépidas, anulada por miedo al que será. Las crisis, siempre lo he dicho, hacen más bien que mal a medio-largo plazo. Son como las crecidas de los ríos, arrasan, pero limpian, renuevan y modifican el curso reavivando su naturaleza. Las crisis son también eso, economías desbordadas por falta de control y previsión que dejan dolor a su paso pero que terminan colocando a cada uno en su sitio. Una vez que he expuesto mi visión optimista de lo bien que, según mi teoría, nos va a ir a partir de ahora (ironía on), trataré de explicar qué no ha cambiado del sector editorial y por qué no terminará yendo bien a pesar de mi cosmovisión de las bondades de la crisis. Del sector editorial ya hablé hace tiempo, pero hay que insistir.

Para empezar creo que el sector editorial sigue anclado en un modelo estructural de los 60-70 donde no había nada más que los libros como canal para adquirir cultura y que entonces no existía como existe hoy competencia con la aldea global de Internet. Sin embargo todo sigue igual, y el gremio, los editores y lectores se limitan a debatir si libros de papel o ebook. Autores, editores, distribuidores, libreros y lectores. Esta es la cuestión y hoy el libro se mueve en una vía muerta de crecimiento, que cada vez huele más y peor a letrina pública.

El editor está arrastrado por una viciada inercia de décadas. Posiblemente porque a grandes rasgos pensamos que todo el mundo lee lo que le pongan por delante y todavía, a esta altura de la película, no nos hemos dado cuenta de que los lectores cada vez seleccionan más sus lecturas, no solo qué lee, si no cuándo lee y dónde lo hace. Quizá no nos hemos dado cuenta de que los lectores leen mucho y hay mucho a disposición del curioso lector en las redes sociales, los blogs y los pirateos. Y, esto seguro, no sabemos cómo dar valor añadido a lo que ofrecemos industria editorialpara competir contra todo eso. Todavía nos queda un clavo ardiendo al que cogernos: aportar información agrupada, buena y fiable, que ahorrará  mucho tiempo de buscador al lector interesado.

Pero sabemos que esto no es suficiente. Que los editores tenemos que ir a más, mucho más. Por ejemplo la especialización de temas, los autores más señeros y con más repercusión en redes sociales, involucrados definitivamente en la promoción del libro y que apuesten codo con codo en la edición para que ambos salgan ganando. Si olvidamos que estamos en una industria de ideas, pero industria al fin y al cabo, estamos acabados, y a lo mejor eso es lo que nos pasa, que lo olvidamos.

El distribuidor que olvidado de su quehacer no da nada más que una función logística de ir y venir con los libros, y los que se vendan bien y los que no ...¡se siente! Siempre he pensado que un distribuidor debe ser el departamento externo comercial del editor, su brazo largo en el mercado para colocar títulos en los lugares adecuados (no todos los títulos encajan en todas las librerías), recoger información y decirle al editor por dónde van los tiros, por qué no se venden sus novedades y qué es lo que demanda el mercado. Hasta la fecha ningún distribuidor me ha pasado jamás un informe, solo la liquidación de ventas mensuales y las devoluciones de libros que anteriormente dijeron que sí, que estaban vendidos. Si el distribuidor no cambia y no propone nuevas forma de trabajo, más comprometidas, más uña y carne con el editor, será devorado por el mercado como ya sucediera por ejemplo con los distribuidores de alimentación y las grandes superficies. Un distribuidor no es un mero departamento logístico. Eso ya existe y cobran menos que ellos...

La librería es ese punto de venta especializado en la venta de libros del que cada vez quedan menos. Parece de perogrullo explicar esto, pero quedan ya tan pocas librerías que hay que ir dejándolo por escrito para posteriores generaciones y que no sepan qué era. Grandes ciudades como Barcelona y Madrid han visto cerrar librerías de las de toda la vida y a penas quedan libreros independientes que sepan dar aquel servicio (hablo en pasado porque esto ya no existe) a sus clientes con recomendaciones de libros adecuados a su público. No se atreven a la especialización y pretenden seguir viviendo del pelotazo de la novedad, del producto facilón de moda, de historias que explotan los bajos instintos y de poco pensar. Pero sobre todo pretende seguir viviendo (de esto grandes y pequeños) de un sistema que empobrece la correa comercial del libro que se denomina "ventas en depósito". Un sistema cuyo riesgo recae una y otra vez en la inversión del editor y de la que, junto al distribuidor, vive a expensas de él (del editor) sin que ninguno arriesgue nada del capital necesario para que el libro viva.

Creo que el sector editorial es el único que vive, y mal, con este sistema injusto. Solo el lector y el editor apuestan verdaderamente  por el producto editorial, y si esto es así, el editor podría sacar a la venta los libros con un 55% más barato, hacer ediciones digitales a justadas a la demanda y trabajar directamente on-line con el consumidor final. ¿Qué tal? ¡Y ojo, no es ciencia ficción! Esto ya se están viviendo en muchas tiendas virtuales que dan un servicio puerta a puerta en 24/48 horas, que te atienden personalmente, te ayudan a hacer la compra, te sugieren otros títulos, acumulas puntos para próximas compras  y... ¡además te regalan cositas por comprar!

El lector sigue siendo lector. No se ha dejado de leer, lo que pasa que, como en otras muchas cosas, tiene un poder importante de decisión, de cómo consumir (papel, ebook o en línea) y de cómo adquirir lo que lee. Lo que pasa, y me refiero a los editores, distribuidores y libreros, que el lector va por delante, no le satisfacemos, y él se busca la vida como puede.

Y luego queda el autor y la ley de libro. Otros elementos que conciben el sector editorial de forma demasiado legalista y personalista por querer ser garantista de unos derechos de autoría que valen lo que el mercado diga que vale. Una visión demasiado arcaica y que no es consciente de que el sector editorial es un sector industrial con resultados de valor contable y cuyo éxito intelectual lo define de alguna forma el éxito de las ventas. Sin embargo he de decir que los autores, muchos de ellos, son conscientes de la situación y del cambio que se ha producido y son capaces de llegar a acuerdos buenos y fiables para el mercado, sin que sufra ni el beneficio de ambos ni la intelectualidad del autor.

Necesitamos un cambio urgente y no veo que ni los gremios correspondientes ni las federaciones intervinientes muevan un pelo para hacer algo.

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