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Libertad. La democracia es eso, libertad. Sin embargo, cuando la libertad está consensuada por unos pocos gracias al empoderamiento al que acceden por medio de las urnas, la libertad no es lo que es, sino la forma ineludible de actuar en sociedad.

Libertad. La RAE específica hasta 12 acepciones para esta palabra que ha sido sobada, manipulada y deformada por políticos populistas, filósofos interesados y el vulgo siempre cuando le ha convenido. Pero me quedo con las dos primeras que creo que son las que de alguna forma más nos afectan:

  1. Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos.
  2. Estado o condición de quien no es esclavo. En democracia se vende este concepto porque se nos dice que podemos elegir libremente a quien deseamos que nos gobierne, es decir, a esos cuya confianza formalizamos en las urnas para que cuiden de nuestras vidas y favorezcan el bien común. Una libertad que nos hace creer que si salen los nuestros nuestras vidas mejorarán y, si no, no serán tan buenas como podríamos imaginar.

 

Por lo tanto tendremos que asumir la responsabilidad de nuestros actos cuando a los que votaste una vez que gobiernan, no lo hacen pensado en nosotros, sino en sí mismos. Es decir, la democracia actual consiste en que participamos en libertad para que los políticos se blinden con nuestros votos en una dictadura. Una dictadura que, cuando es mayoría, se vuelve en dictadura absoluta.

Cuando los políticos o las personas que acceden a gobernar no se rigen por los principios que les definen y son corrompidos por el poder, corrompen a los que les rodean y corrompen la razón para que todo esté de su lado, da lugar un Estado fallido porque estafa la libertad prometida al ciudadano. Cuando las decisiones de Estado se rigen por la ética del pensamiento dominante y carece de razones morales, el ciudadano está perdido porque no tiene más salida que soportar heroicamente lo que deciden por él. Entonces el punto 2 de la acepción de Libertad deja de tener sentido, porque somos esclavos de una libertad consensuada.

Populismos llenos de eslóganes y vacíos de soluciones; nacionalismos que excluyen otras formas de pensar y querer vivir; leyes que se ejecutan aboliendo uno de los principios fundamentales de un Estado de Derecho, como es la presunción de inocencia; los medios de comunicación convertidos en voceras de los intereses financieros e ideológicos; y la masa social cautiva por su baja intelectualidad, moral y reflexiva... Entonces estamos ante un país camino de la ruina. Toynbee dejó muy claro este punto: Las civilizaciones no mueren asesinadas, sino que se suicidan.

Llevamos años de vaciado moral, huyendo hacia delante de nuestra identidad cristiana, en una constante disolución de nuestros principios y nuestras costumbres. Apisonados por una cultura constante de la muerte: el aborto, la eutanasia, la maternidad subrogada, la degeneración de la lucha de géneros. Unos pocos empujan y empujan para que la sociedad sea una masa enorme y deforme fácilmente manejable.

Muchos ya lo ven como algo normal, una vana evolución del ser humano. Menos se rebelan contra este cambio pero callan cómplices, o cobardemente, casi peor. Y pocos, muy pocos, pelean arriesgando su fama, su carrera, su fortuna, estudiando y formándose para combatir desde la intelectualidad este ataque salvaje y democrático contra la dignidad del ser humano.

¿Alguna vez te has cuestionado la educación que están recibiendo tus hijos, o nuestros infantes y jóvenes -los ciudadanos adultos del futuro-, en el colegio al que van?; ¿crees que otro sistema educativo es posible?; ¿piensas que la educación es un servicio público puro y duro como los demás dominado por completo por el Estado?

En la era de la información y la comunicación masiva, el acceso al conocimiento y a la formación no es tan sencillo como parece. El control de los mas media sobre la cultura y el pensamiento son muy poderosos. Pero de vez en cuando, a nuestro alrededor, descuellan ciertos destellos que rasgan ese monocorde planteamiento sobre la organización de la cosa pública, como es el caso del libro que comentamos: Elegir colegio, educar en libertad es un haz de luz, firme y claro, sobre la educación; la tarea más decisiva para la felicidad de las personas y el bienestar de una sociedad.

La editorial Sekotia, un magnífico proyecto y combativo en este proceloso mundo del libro, ejemplo extraordinario de buen hacer por su sencilla, atractiva y rectilínea defensa de la dignidad del ser humano, ha publicado un libro muy singular escrito por un padre preocupado por la educación de sus hijos y de los hijos de los demás, Pablo Sagarra Renedo. En él ha volcado su sabiduría como padre, su experiencia profesional, su audacia y su enorme sentido común. Desde el comienzo, y con claridad muy de agradecer, el autor, sin complejo alguno, parte de una cosmovisión iusnaturalista de la vida colocando a los padres en su lugar, que no es otro que el de ser los primeros y principales educadores de sus hijos. La idea fuerza de todo el libro es la del reconocimiento y devolución a los padres, dentro del sistema educativo, del protagonismo natural que les corresponde.

Escuela libre de verdad PORTADAElegir colegio, educar en libertad se trata de un ensayo o estudio, inédito en su planteamiento, sobre el sistema escolar que, en el caso de España y de tantos países occidentales, está siempre en el centro de la vida política y social afectando a los padres de familia en el día a día. Como el propio subtítulo indica, Sagarra presenta sin tapujos, de manera sistemática y precisa, un nuevo paradigma, una propuesta de cambio en el actuar de los padres en relación con la educación de sus hijos, y más concretamente con su escolarización. Un despertar de esa cuarteada generación de padres y madres que ven cómo, desde hace décadas, los poderes públicos manejan y deciden sobre la educación de sus hijos hasta extremos insospechados. Un alegato a los padres para que los poderes fácticos –cualesquiera- no eduquen a sus hijos, si no que les ayuden a educarles que no es lo mismo.

Este ensayo constituye un viento de aire fresco y edificante en un mundo, el escolar, donde el laicismo y el estatismo opresor, en mayor medida y so capa de neutralidad, orientan el sistema y han excluido del debate elementos decisivos para los padres y sus hijos como son la libertad, el respeto a sus convicciones morales y religiosas, la presencia de la religión en las aulas y no solo del crucifijo, la asignatura de la religión, etc.

El autor toca todos los temas cruciales del sistema porque también aborda su financiación cuestionándose el poder, superlativo, que la sociedad ha depositado en el Estado a la hora de gestionar los ingentes recursos económicos. Plantea en este aspecto soluciones alternativas como el cheque o bono escolar al que le dedica un sugerente capítulo.

También presenta propuestas a la hora de elegir colegio –teniendo en cuenta los diferentes contextos sociales-, sobre la coexistencia de dos redes en el sistema, la pública y la privada, los modelos educativos como el mixto y el diferenciado o el uso de los uniformes en los colegios.

Este libro constituye un canto a la libertad pero riguroso porque, como pone de manifiesto Sagarra, la libertad por la libertad no conduce a nada si no está fundamentada en la verdad del hombre. Es por ello una apuesta constante por el sentido común del que está tan carente nuestro sistema educativo, repleto por desgracia de un montón de prejuicios.Para Sagarra, si se tuviera más en cuenta, en la comunidad educativa, ese sentido común, el que aplican todos los días en relación con sus hijos todos los padres de todos los tiempos y de todas las culturas, se daría un paso de gigante en la mejora del sistema. Abre así un desafío no solo para los padres sino también para los alumnos, profesores, administraciones, sindicatos…, en definitiva para todos aquellos que pensamos que un sistema educativo mejor es posible y que su regeneración pasa por la renovación de unos valores imprescindibles y cuyo sostén jurídico público, nos guste o no, descansa en unas leyes y en unas prácticas gubernamentales manifiestamente mejorables

textos para blogPero el autor no cifra esa mejora en un supuesto cambio de actitud por parte de los poderes públicos, algo muy difícil de conseguir dadas la presión a la que están sometidos así como la personalidad y los planteamientos, hoy por hoy, de los políticos que ocupan sus puestos directivos. Emplaza a los padres, desde el principio al fin, para que asuman su ineludible papel mostrándoles la grandeza de su misión educativa –ellos son los primeros y principales responsables de la educación de sus hijos- y presentando propuestas prácticas, de supervivencia incluso, a nivel personal y familiar y en relación con los colegios, para conseguir proveer su educación con una serie de recomendaciones y consejos sencillos y efectivos.

A primera vista y dado el control férreo que el Estado tiene sobre el sistema educativo parece que el grado de utopía de este ensayo es elevado aunque su nivel de pragmatismo es muy grande y la inmensa mayoría de sus propuestas podrían ser perfectamente discutidas en el debate público con intención real de ser llevadas a la práctica.

Los planteamientos de Sagarra son revolucionarios pero necesarios. Para él, el dinero es un aspecto menor; no con más recursos económicos mejora la educación si no con más implicación de los padres, mayor respeto a sus convicciones ideológicas y morales en la escuela pública y privada y mayor libertad de elección del modelo educativo y de centro escolar.

La obra, insisto, es inédita. No hay nada igual en todas las publicaciones que se dedican a la educación, casi todas ellas centradas en la autoayuda educativa. Porque Sagarra trabaja desde la perspectiva de los padres y dirigiéndose a ellos,y acaso sin pretenderlo, plantea una reforma integral del sistema educativo occidental, en especial el establecido en España, Iberoamérica y la Europa no anglosajona, seria y completa que abarca todos los aspectos que incidiendo en la vida nacional, son manifiestamente mejorables en pro del bien personal y común de todos los ciudadanos.

En suma, Elegir colegio, educar en libertad es una obra magna que cualquier persona preocupada por los valores que sustentan a nuestra sociedad y por la manera de conducirse del sistema educativo, debe tener presente como referente único hasta la fecha. Ojalá este ensayo alcance una divulgación colosal porque necesitamos de un mayor protagonismo de los padres, particularmente en el sistema educativo, la clave de nuestro futuro como sociedad humana, civilizada.

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Los Protocolos de los Sabios de Sión, es un texto sometido a la polémica de los historiadores y políticos. Recomiendo un libro que hay que leer al menos una vez: Proyectos históricos para la dominación Mundial, editado con acierto por la Editorial Sekotia. Como ya he dicho es un texto, el de los Sabios de Sión, controvertido, que unos tachan de conspiracionistas, algunos de mentira histórica y otros de guión básico del Nuevo Orden Mundial. Casi a vuela pluma les leo un breve párrafo del capítulo 1: Para encontrar los medios que nos lleven a este fin –el del Nuevo Orden Mundial- es necesario tener en cuenta, la dejadez, la inestabilidad, la inconstancia de las masas, y su incapacidad para comprender y estimar las condiciones de su propia vida y de su prosperidad.

Hemos asistido en estos días pasados a una enorme movilización de masas con motivo del repugnante asesinato de 11 personas en un medio de comunicación. No solo se han movido cientos de miles de ciudadanos en una manifestación donde los actuales líderes, sobre todo europeos, se han dado cita cerrando filas entre algunos de ellos –porque otros han sido rechazados-. Todos los que se alinean a las políticas dominantes relativistas y socialdemócratas estaban en la pancarta. Pero además también el hastag de #JeSuisCharlie ha dado la vuelta al mundo libertadaunándose otros cuantos miles de cientos más a esa manifestación, pero… en competencia con otro hastag #JeSuisAhmed  Se veía venir la pugna -la guerra está servida-, mientras todos hablan de libertad...

¡Libertad! Libertad de qué o para qué. Lo que hay que pedir es justicia. Pero da miedo hablar de justicia por el contenido implícito y explicito de la moral que con lleva esta palabra.

Cuando este suceso se convirtió en la noticia universal, todo occidente se revolvió contra oriente por la brutalidad fundamentalista islámica, pero “solo” porque había sangre de por medio. Y es que el concepto de libertad es tan manipulable, tan desasido de respeto y responsabilidad, que da lugar entonces a que con el aval de la manoseada libertad, podamos decir lo que queramos, es decir, esa especie de derecho a la libertad de expresión donde todos dicen lo que quieren sin reparar en el mal moral que puede producir en terceros o en la sociedad. Charlie Hebdo no era precisamente un medio de comunicación respetuoso con nada ni con nadie. El fundamento de su éxito se basaba en que decían lo que querían de quien querían, haciendo escarnio público de personas, instituciones y creencias. Claro, quizá abusando del silencio que otras creencias, específicamente la cristiana, y para más señas la católica, pensaron que podían sacar pecho y hacer lo mismo con otros que ni se caracterizan por la tolerancia judeo-cristiana ni por la afabilidad occidental de negociar nuestros distintos El hastagpareceres. Porque se pongan como se pongan los laicistas del poder, la cultura occidental está sostenida en la moralidad paciente del sacrificio cristiano, y eso no se borra tan fácilmente como se ha hecho con el espíritu patriótico en España o la violabildad de la historia para marcar el rumbo hacia un futuro próximo distinto.

Pero de todo esto, lo que más nos ha llamado la atención ha sido el cierre de filas de los líderes europeos. Todos los que convergen en políticas relativistas, progresistas y laicistas se han dado cita en París. Pero solo todos los que comulgan con sus principios, porque a otros, como a Mari Lepen, le han rechazado y creado un cinturón sanitario como se hizo con Rajoy en España después del 11M, hasta que entró en cintura y acceder a la presidencia de nuestro país y seguir con la construcción relativista, progresista y laicista. Al señor Rajoy, ¡quién la visto y quién le ve! Y el mismo día en que se celebraba por las calles de París la convulsa unión de líderes europeístas gritando “Libertad” en España, solo un pequeño grupo de ciudadanos españoles, seguían pidiendo que se hiciera justicia conociendo la verdad y toda la verdad del trágico 11M -¡mucho más trágico que los sucesos franceses, dónde va a parar!- y que sin embargo en España no sirvieron ni para la unión de los españoles, ni la solidaridad europea y para que después de todo este tiempo nadie diga que el atentado provenía de filas islamistas.

cotundenteOtro de los aspectos llamativos que nos hace pensar en cómo se ha dirigido la operación de acoso y derribo europeo en defensa de su libertad, ha sido –ya lo he dicho- el desembarco de ríos de personas físicas y de redes sociales aupadas en su grito contra oriente por la muerte de 12 personas. ¡Faltaría más!

Si algo nos ha caracterizado a SomosLibro desde su nacimiento, eso ha sido la defensa de la vida de cualquier ser humano, inclusive el del no nacido. Pero el contraste es tan brutal desde el punto de vista numérico respecto a la cantidad de hombres, mujeres y niños que también son masacrados, degollados y horcados por los mismos yihadistas en oriente, por el simple hecho de ser cristianos ¡y no por ofenderles con caricaturas!, que no puedo comprender el silencio perturbador de las instituciones europeas, cómo no ha habido al menos un comunicado contundente de lo que allí sucede.

¿Saben ustedes? Todo esto me recuerda a lo que sucedió con el ébola. Verán… El ébola era una enfermedad infecciosa mortal que existía desde hacía años y de la que en Europa nadie sabía nada, hasta que se nos mueren dos de los nuestros. Y entonces occidente se pone manos a la obra, revolucionados, para sacar una vacuna… ¡Saquen conclusiones!

Europa se queda vieja y sola. Con el miedo metido en el cuerpo y al “enemigo” dentro de casa. ¿Cómo será eso de pedir libertad a quien te mata, mientras que lo que ellos exigen justicia por su fe…?

Me despido con otro párrafo de Los Protocolos de los Sabios de Sión, capítulo 2: La prensa encarna la libertad de la palabra. Pero los estados no han sabido utilizar esta fuerza, y ha caído ya en nuestras manos. Por su mediación, hemos obtenido influencia sin necesidad de salir de la sombra, y gracias a ella, hemos amasado en nuestras manos oro, a pesar de los torrentes de sangre y de lágrimas entre los que hemos tenido que maniobrar.

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