En esta ocasión me gustaría traeros una entrevista que realizó Religión en Libertad con motivo de la aparición de mi novela Una vuelta de tuerca en el mercado. La realizó con gran profesionalidad Carmelo López Árias, y de reconocer que ha sido la más profunda y en la que se han dicho los aspectos más sobresalientes que me motivó a que la haya escrito.
Es una novela inquietante. En Una vuelta de tuerca (Sekotia), Humberto Pérez-Tomé nos sitúa ante una dilema moral al que nos podemos ver abocados con la misma facilidad que el protagonista, el reportero Hans Looper: rendirnos a la dictadura del relativismo o plantarle cara y pagar las consecuencias. A nivel personal, y a nivel profesional. La trama, en este caso, transcurre en el ámbito periodístico.
-¿Tal vez porque en ese ámbito tiene lugar particularmente el enfrentamiento entre el orden mundial laicista y la sociedad cristiana?
-La elección de un periodista como personaje principal de esta historia no fue casual. Considero que los periodistas, en la sociedad de hoy, tienen una responsabilidad importantísima, pues son los que tienen en sus manos la capacidad de ser correa de transmisión entre los hechos y las personas, por lo que la verdad y la mentira juega un papel fundamental, y es el periodista quien tiene la oportunidad de hacer palanca y decir cómo son las cosas en la realidad y no cómo quieren otros –o él mismo- que sean.
-¿A pesar de las presiones a las que están sometidos?
-Los periodistas no pueden –no deben- ponerse de perfil ante lo que está sucediendo. Es una realidad la globalización del mundo y eso es un fuerte atractivo para todos aquellos que desean que el mundo sea suyo, y la información es imprescindible para alcanzar un pensamiento único (Nuevo Orden Mundial) y que la masa social sea fácil de manejar.
-Las agencias, como en el caso de la novela, juegan un papel decisivo...
-Las agencias de prensa –que es donde trabaja Hans- son una gran cantera de noticias y de ellas se nutren los medios sociales como prensa, radio o televisión. Pero en cualquier caso lo importante es la persona. ¿Qué es una agencia de prensa –o un periódico- sin personas que hagan sus trabajo para que tenga sentido? Nada.
-Pero los medios también son negocios, y ahí las personas...
-Las personas son las que dan el sentido moral a los negocios. De hecho, en la novela lo planteo precisamente cuando el principio fundacional de la agencia en la que trabaja Hans decide cambiarlo para que siga corrientes ideológicas diferentes. Un negocio es lo que es gracias a las personas que lo componen, sin duda.
-¿Abre Internet nuevas posibilidades de burlar el control del establishment mundialista sobre los medios?
-Sin lugar a dudas la potencialidad de internet está ahí y se muestra todos los días en todos los ámbitos sociales, políticos, industriales y financieros. Si Internet desapareciera en estos momentos, daríamos un salto de más de 200 años atrás en la historia.
-Por eso quieren también controlarlo...
-El fenómeno más importante sobre la globalización de la que antes hablábamos la ha protagonizado internet. Todos estamos ahí combatiendo por lo nuestro, nuestras ideas y nuestras empresas. Quien domina en internet, domina el mundo. Pero creo que la dominación absoluta es imposible.
-¿Está seguro?
-La libertad de conciencia del ser humano hace imposible que eso llegue a ser como a algunos les gustaría, porque puedes doblegar el pensamiento y limitar la libertad, pero la conciencia es intocable, a eso nadie puede llegar a no ser que se corrompa. Ese es el objetivo de algunos grupos de presión.
-Y de la ONU, por ejemplo...
-La ONU ha ido cambiado en el transcurso de la historia. Nació para ser una gran juez de paz que intermediara ante las circunstancias internacionales de injusticias o diferenciación entre países ricos y pobres. Pero desde hace algunas décadas ha sido tomado por una serie de lobbies que refrendan a la ideología de género y lucha por la imposición de manera sectaria y sin opción a otras maneras de pensar y ver la vida.
-¿Es una organización al servicio del mal?
-¿Lo hace todo mal? No. Pero muchas de las operaciones de ayuda que realiza a países pobres o en desarrollo es a través de cierta presión: “Si no admites el derecho al aborto, no ‘puedo’ concederte tal dinero para hospitales…”. Esto es una realidad que muchos conocen y otros muchos más silencian desde sus medios de comunicación, por ejemplo.
-¿Y sus funcionarios? ¿Cómo se seleccionan personas como el siniestro personaje de Una vuelta de tuerca?
-En la ONU trabaja gente muy buena y otros con intereses muy personales. La selección de los funcionarios en la ONU es de diversos tipos. Personas que realizan trabajos funcionales que hacen una oposición o son seleccionados en países de destinos como apoyo administrativo, y los que realizan proyectos de desarrollo.
-Los verdaderos activistas ideológicos...
-Estos segundos son los que dirigen a personas e ideas, y de alguna forma toman decisiones finales de cómo, cuándo y dónde aplicarlos. Negocian las condiciones de participación y conceden finalmente las ayudas estipuladas. Entre este grupo hay algunos dispuestos a hacer el bien y lo hacen; pero también hay otros que imponen de forma sectaria determinados proyectos ideológicos por medio del chantaje o el abandono ante situaciones francamente calamitosas, y se aprovechan de esto o de la ambición de algunos dirigentes de países de destino, convirtiéndose en cómplices.
-En la novela hay un personaje que representa esta situación...
-Sí, es el funcionario Cow, que es quien decide en la sombra: primero seduce y luego condiciona. Esto es real, aunque sea dentro de una ficción.
-¿Hay una "ideología ONU"?
-El objetivo de la ONU es intermediar entre las naciones para evitar los conflictos que pudieran darse por diferencias de poder, injusticias entre seres humanos o por motivos de religión, sexo o raza. Pero independientemente de estos principios, la ONU ha ido acaparando poder en el mundo y su opinión o participación en los conflictos cada vez tiene más peso y sus arbitrajes, aunque no sean vinculantes, sí influyen de forma muy definitiva en los que finalmente deben tomar las decisiones. Esta posición estratégica hace que los lobby de presión como el feminista radical, el aborto y el homosexual cada vez estén mejor situados en las estructuras internas de la ONU.
-¿Se está acelerando ese proceso de transformación de la ONU?
-Las Conferencias y Cumbres Internacionales de la ONU tuvieron su apogeo durante los años ’90 y se pusieron los primeros pasos de la ideologización de la ONU, y ahora es una realidad constante y presencial en casi cualquier actividad que celebran.
-¿No teme que le acusen de "conspiranoico"?
-El último tercio de la novela trata precisamente de todo esto y de forma bastante específica, e incluso me he permitido la libertad de poner alguna nota a pie de página, donde reflejo la fuente del dato para que nadie pueda pensar que son inventos de la trama o que soy un conspiracionista más. Aunque está incluido dentro de una novela, está confirmado que las actuaciones son como las cuento.
-Y ¿qué pasa con la Iglesia?
-Ése es un dato significativo: la Iglesia fue uno de los miembros fundadores de la ONU y ahora, sin embargo, la tienen relegada y amenazada por no comulgar con determinados objetivos fundamentales de las tesis de la ideología de género.
-El protagonista de su novela a veces parece un héroe, a veces un cabezota: ¿tenemos que tener algo de ambas cosas para aguantar cada nueva "vuelta de tuerca"?
-Fue Juan Pablo II quien dijo que la figura del católico de hoy será la de resistir a los ataques contrarios a su doctrina, incluso, hasta el heroísmo. Y Hans, sin ser muy consciente de qué está haciendo, es un terco para sus contrarios porque no se deja convencer o comprar, pero en el fondo lo que hace es resistir y defender su posición moral ante la situación.
-¿Se ha inspirado en alguien real?
-El aspecto de Hans “cabezota” me lo inspiró Santo Tomás Moro, cuya mujer e hijos le insistían en que diera su brazo a torcer, que qué más daba, allá el rey y sus consecuencias, que pensara en ellos, y que no les llevara a la ruina. Tomás Moro supo explicar y dar la vida por lo único importante: su vocación cristiana y el compromiso personal que esto supone.
-O sea, que la familia es un sostén, pero a veces también puede minarnos la resistencia...
-La familia es fundamental. Los matrimonios deben estar equilibrados, compartir una misma vida cristiana y dar la cara por su fe. Sin fundamentalismos, pero sí con fundamento. Hoy día muchas parejas de novios piensan que con el enamoramiento basta y que “el contigo pan cebolla” será una realidad.
-Debe serlo, ¿no?
-Pero la convivencia, los hijos y las circunstancias que nos rodearán en la vida influirán de forma decisiva en nuestras decisiones. Estar unidos en la fe es uno de los aspectos que más nos ayudarán a superarlas. Y cuando el amor humano parece que se agota, el amor de Dios siempre suple nuestra debilidad.
-A Hans le pasa...
-En Una vuelta de tuerca, precisamente reflejo la situación del matrimonio de Hans, que es estupendo, equilibrado y feliz, pero que por falta de sinceridad se resquebraja y ambos sufren las consecuencias… También trato el tema de los hijos, la relación con ellos y algunos conflictos en los que el lector podrá verse reflejado con facilidad.
-El gran caballo de batalla de la secularización es ahora la ideología de género, pero no sé si somos conscientes de qué significa...
-Podríamos decir que es la deformación artificial del concepto antropológico del ser humano, desvirtuando su realidad y por lo tanto su concepción de la conciencia que le hace un ser libre. Por eso es importante para ellos el feminismo radical con todo lo que conlleva como el aborto y la libertad de la mujer (entiéndase “libertad” como cualquier aspecto que le distancie de la natural complementariedad al hombre) y la lucha de sexos, los llamados “géneros”, que cuantos más mejor, porque crean más confusión social.
-¿Puede pararse su avance?
-La ideología de género es una mancha de aceite que se extiende de forma expansiva, no lineal. Quiero decir que su manera de avanzar está sostenida y afianzada por tres herramientas muy potentes: la legislativa, la financiera y la educación.
-En cuestión de leyes, España ha sido avanzadilla...
-Si somos un poco observadores veremos que la legislación de todos los países llamados desarrollados, que prácticamente son todos los occidentales, la imposición del matrimonio homosexual, el aborto libre y cualquier ley (aunque no sean justas como la Ley de Maltrato de Género) que potencie la incomplementariedad de la mujer serán elevadas a Ley de forma que proteja las decisiones y obliguen al cumplimiento jurídico de ellas (caso del juez Ferrín Calamita). En el Gobierno anterior, con José Luis Rodríguez Zapatero, se lograron el máximo de todos los objetivos de la ideología de género. Económicamente fue un desastre, pero eso no importaba. Zapatero llegó al Gobierno para hacer ese trabajo sucio.
-¿Hemos mejorado tras las elecciones de 2011?
-Si nos fijamos en el Gobierno actual, con Mariano Rajoy, ninguna de esas leyes se tocarán –o un ligero barniz que no modificará lo sustancial- porque ya están implantadas y ahora solo importa salvar la economía. Dos partidos diferentes, un mismo objetivo.
-Hablaba usted también del soporte financiero a la ideología de género...
-La aportación financiera es más que evidente: las subvenciones a todas aquellas asociaciones o plataformas, sean del propio país o ajeno, es clamoroso. Ya sean los presupuestos generales de un Estado o las aportaciones que hace la ONU a países tercermundistas a través de sus filiales como FAO, UNESCO, OMS, OIT, FNUAP (Fondo de las Naciones Unidas para Actividades de Población) y la IPPF (International Planned Parenthood Federation), cuyos objetivos siempre son "salvar" a los niños o a la mujer, pero por medio del aborto, la esterilización y otros medios de abolición humana.
-Y por último, el colegio como campo de adoctrinamiento...
Sí, la educación escolar, con la creación de una asignatura de obligado cumplimiento (Educación para la Ciudadanía), que es evaluada y que marca las pautas básicas ideológicas con las que se pretende inculcar en los niños y jóvenes.
-¿Esa obsesión de Zapatero se da fuera de España?
-Esto no es un caso aislado en España: todos estos pasos se han dado y se siguen dando en casi todos los países supuestamente “desarrollados”.