El Woke no es una ideología, es una macedonia de todo lo políticamente correcto, fruto de la ignorancia supina que impregna la era actual.
El woke, como movimiento, reúne a feministas radicales, a black lives matter, indigenistas, animalistas o revisionistas de la historia y la religión, entre otros. No forman un bloque, sino que cada cosa tiene su guerra, incluso generan litigios de interés entre ellos mismos. Sin embargo, lo que los convierte en un ente común, es decir, en el wokismo, es su agresividad a la hora de defender sus objetivos, el sentimentalismo arraigado para argumentar sus ideas y la intolerancia del pacifista, que todo se puede permitir porque considera que sus ideales están por encima de cualquiera, incluso del ser humano aunque defiendan al hombre o a la mujer, al negro, al indio o al homosexual…