El Moreno de Lérez es una de esas historias que sobrecogen y enganchan, porque el personaje central, el Moreno de Lérez, es una de esas personas que no tiene filtros y que su vida ha crecido al vaivén de los años, desde la infancia a la vejez, siempre a merced del destino.
Lérez es un rió Gallego, antes fructuoso en vida, con peces variados y abundantes. El Moreno de Lérez es un personaje real que falleció rodeado de sus hijos y nietos en 2003. Pero es que el Moreno fue una especie de animal salvaje racional. Nació en 1925, en una Galicia muy pobre con los pobres y adueñada por los ricos. El Moreno era de los muy pobres, nacido en una familia numerosa que dormían en el establo de otra familia menos pobre que ellos. En el aquel caritativo establo, el frío de la noche se lo arrancaban tapándose con los sacos de patatas y el hambre se lo aliviaban de manera arbitraria, según la naturaleza fuese de generosa. Lo mismo cazaban con trampas conejos y birlaban del río los peces necesarios, que se ajuntaban en algún campo para ayudar a recoger el sembrao.
El Moreno pasó por la historia de España como todo hijo de vecino, y lo mismo convivió con la Guerra Civil que con los años de Franco, y en un caso y otro supo ponerse de pie y afrontar las calamidades, porque ya estaba hecho a ello, desde que nació.
El libro está magníficamente narrado, contado en primera persona a don José, el autor, José Curt, que tuvo la suerte de grabarle en una casette, regado siempre con un vino entre historia e historia, que las tenía muchas, variadas y ricas. Fue poco tiempo antes de que el Moreno nos dejase de forma definitiva. Le llevó trabajo poner en orden las andanzas que contaba y organizarlas con cierto sentido cronológico. De entre las historias, además de la rudeza de su infancia y niñez, y de cómo su padre educaba a los hijos para ser útiles en la vida y en el campo, cuenta también curiosidades de la Guerra Civil y qué sucedió al estallar la paz... Habla de cómo pescaban furtivamente y cazaban para vender a otros más ricos, señoritos de la ciudad, que no sabían cómo ni dónde hacerlo. La paliza que le dieron en el cuartetlillo, que sirviera de escarmiento para que no robara más peces al río y de cómo salió de esa. Nos habla de sus amigas, las alegres comadres de La Molinera. Del asma, que casi acaba con él en plena juventud. De su duelo con el campeón de tiro al pichón; y de cómo sirvió de ganchero a Franco y la amistad que trabó con él, de la que nunca quiso abusar, carteándose ambos como dos colegas. Cuenta también cómo el río Lerez era y dejó de ser al llegar el ciudadano a pescarlo, las ciudades a crecer y de cómo la barra libre de caza y pesca al fin sale cara para todos, especialmente para la naturaleza.
El tono del Moreno es un tono sano aunque abrupto en sus formas. No hay mala fe, solo llaneza y sentido común en sus afirmaciones. Un hombre sin estudios de pupitre pero con la universidad de la vida que le enseñó a vivirla con más palos que algodones. Un hombre que aunque sus raíces fueron duras supo ver las orejas al lobo de lo que el progreso traía y se adaptó a los nuevos tiempos. Fue furtivo sí, pero con más necesidades y cabeza que muchos legisladores que deciden locuras desde los despachos. El Moreno de Lérez D.E.P. porque se nos fue un hombre que desconocía las leyes del papel pero sabía como nadie las del día y la noche, la vida y la muerte, el campo y el río.
José Curt es Coronel de Intendencia de la Armada, Ingeniero Técnico Agrícola, Licenciado en Ciencias Biológicas y Técnico Bromatólogo... Pero sobre todo es escritor. Escribe bien, rematadamente bien. Seduce con sus historias y por cómo las cuenta. He tenido el placer de ser editor suyo en una de sus múltiples obras Quique, un guardia civil en Mozambique, donde narra las peripecias solidarias de este Cuerpo en África. Y lo hace con tanta gracia y atractivo que sus más de cuatrocientas páginas se vuelan entre los dedos y las horas parecen minutos. Y he tenido el placer sobre todo de haberle conocido y contarme entre sus amigos y seguidores.
La fama precede a este escritor, que rebosa conocimientos y humanidad, quizá por eso sus textos tienen ese atractivo que a todos engancha con facilidad. Quizá por eso su textos tienen esa sobreabundancia de lo que te cuentan y sientes que tu espíritu crece en cada página. Quizá por eso sus textos son deseados por los editores que buscan para su fondo obras de calidad y calidez.
El éxito de un autor no está en el fogonazo de un título bien colocado o un premio que le alumbre en las estanterías. En mi opinión, el éxito de un autor es la continuidad de su obra, la estabilidad de la calidad sin dejarse comprar por facilonadas o por circunstancias de hoy y que ver mañana. El éxito de Curt es siempre lo que cuenta y cómo, porque sin la menor duda todo tiene interés para todos, quizá, y solo digo quizá, porque no se esclaviza con modas pasajeras.
El Moreno de Lérez es uno de estos casos que dejarán huella en el lector, sea o no cercano al mundo dela caza o de la pesca, porque lo importante es el personaje, lo que nos deja a cada uno después de leerlo. Publicado por Clan