La historia de un libro está siempre ligada al autor, no tanto por lo que cuenta como por lo que transciende en los lectores. Eso explica que haya libros que reediten a lo largo de su historia y otros que no agoten ni la primera edición.
Es el caso de Memorias de veintisiete días, de Carlos García-Mauriño Longoria, un estupendo libro que he tenido la ocasión de editar por encargo. Un trabajo celosamente cuidado por los herederos del autor. Ya verás, déjame que te lo cuente, porque es una historia interesante, y para mi gusto, más bonita que interesante.
Carlos García-Mauriño Longoria era Registrador, estaba casado y destinado en Ronda (Málaga). Justo un día antes de que se produjera el Alzamiento Nacional, el 17 de julio de 1936, decidió -seguramente llevado de su profesionalidad-, hacer un diario de cómo eran las cosas que pasaban y cómo afectaban al pueblo y a su familia. No lo hizo con afán de publicar, sin duda, pues no hubiese incluido aspectos de sus pensamientos íntimos, que su mujer censuraría posteriormente en la segunda edición, por un sentido lógico del pudor.
Esta primea edición que data de los años '40 se realizó exclusivamente para la familia "...y en modo alguno para la venta", como dice en la Nota bene de esta edición. La mujer del autor, Matilde Martínez Caballero de Tineo, al terminar la Guerra Civil, entregó a sor María García-Mauriño, hermana de su marido, las 541 cuartillas de las memorias que redactó entre el día 17 de julio y el 12 de agosto de 1936, donde día a día, hasta 27 fue detallando todos los hechos, los que se daban en la calle, las noticias por radio de España y las "pequeñeces" que ocurrían en casa. La familia cuenta ya con ocho hijos, y su mujer Matilde esperando el noveno -aunque uno de los pequeños, Socorrín, en el transcurso de estos días muere con ocho meses. Hay que tener en cuenta, además, que de forma habitual en la casa había familiares pasando el verano o de paso, más el personal de servicio. Una casa con familia numerosa era una labor costosa de sacar adelante y además también e la casa estaba el el archivo del Registro y las personas que trabajaban junto al autor..
La segunda edición aparece en 1995. A cargo de los hijos, que ya peinaban canas, y la viuda del autor, con el objetivo de que la muerte de su padre no sirviera para hacer dinero, si no para dar a conocer el deseo de perdonar y olvidar. Esta edición, de tamaño algo mayor y con solapas, pero también de hechura sencilla, se mantenía fiel a las viejas cuartillas de su padre, incluso se respetaron algunas erratas o posibles equívocos al ser letra manuscrita, aunque era clara y casi sin ningún error posible. Esta segunda edición aportaba una novedad: un prologo-carta titulado "Prólogo para gente nueva" dirigido a las generaciones más contemporáneas de los nietos del autor, que no vivieron de primera mano aquellos años desastrosos de odio y muerte, con el objetivo de llegar a sus conciencias para que ninguno olvide que el esfuerzo de muchos miles de hombres, mujeres y niños muertos en ambos bandos, deben servir para que nunca se repita semejante parte de la historia.
La tercera edición es de 2013. Esta edición sale a la luz a raíz de que un joven registrador descubre el un juego de fotocopias del libro de la segunda edición y propone al Colegio Oficial de Registradores la edición del libro en colaboración con la familia y una editorial que la distribuya y dé a conocer al publico en general. El Colegio se divide en dos y mientras unos votan en contra para no identificarse con una parte del conflicto, la otra dice que es un ejemplo para todos los profesionales y deben darse a conocer. Las negociaciones se alargan en más de un año. Entre otras cosas la familia del autor sigue manteniéndose fiel la voluntad de su madre de que no se haga dinero con las memorias de su marido, y la idea de que una editorial se encargue de la edición desaparece y se propone una edición no venal en el que el Decano del Colegio escribe una breve introducción a la publicación. Entre los registradores colegiados, se hace una voluntaria aportación económica para la publicación y finalmente se publica en noviembre de 2013. Hay que nombrar al coordinador de este trabajo Carlos García-Mauriño Díaz, nieto del autor, cuya tarea ha sido imprescindible para la calidad y el final feliz de la edición de la obra.
Es en esta tercera edición trabajé verdaderamente entregado para su publicación. La portada con solapas y plastificada en mate, representa a la familia del autor y un fondo de los trazos manuscritos de una de las fichas de sus memorias originales. En la trasera de portada aparece el puente de Ronda, lugar señero del pueblo. El color utilizado ha pretendido ser sobrio, jugando con la idea de un pasado remoto pero histórico. Los interiores en papel ahuesado y el cuerpo en 12 puntos y el interlineado amplio para que la comodidad de lectura sea excelente.
Criteria Club de Lectores se responsabilizó de la distribución a los colegiados que aportaron dinero para su publicación y hacer llegar a otros registradores interesados en la obra