Animales y personas que comparten derechos, de César Alcalá
Durante decenas de miles de años, la naturaleza ha proporcionado alimento animal y vegetal a los humanos. Además, en numerosas ocasiones algunas especies han sido instrumento imprescindible para el desarrollo y la evolución de las sociedades. Hoy algunos pretenden esconder esta realidad. Quieren otorgar igual naturaleza a humanos y al resto de seres vivos. ¿Estamos ante un error de la filosofía? ¿Responde esto a esa especie de sentimentalismo social cada vez más invasor? ¿Encontramos una respuesta abierta de los animales semejante a la que nosotros les concedemos?